Campamento infantil de la IERP en el Hogar Germán Frers: Encuentro de más de cien participantes con juegos, talleres y actividades
Durante el primer fin de semana de octubre, el Hogar Germán Frers se convirtió en una pequeña aldea de carpas y canciones. Más de cien personas participaron del campamento infantil de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, entre ellas niños, jóvenes y adultos de distintas comunidades.
El encuentro tuvo algo de fiesta y algo de escuela. En los juegos se aprendía a cooperar; en las fogatas, a escuchar; en los talleres, a pensar juntos qué significa creer, confiar y cuidar. No hubo discursos largos, pero sí gestos que decían mucho: manos que juntaron leña, una palabra de aliento, un abrazo al despedirse.
El campamento dejó una enseñanza simple y duradera: la comunidad no se construye solo con ideas, sino compartiendo tiempo y cuidado. En una sociedad fragmentada, reunirse y convivir es un acto de resistencia. Por unos días, el Hogar fue una metáfora viva de lo que puede llegar a ser una comunidad cuando la alegría se vuelve lenguaje común.

